domingo, 15 de mayo de 2011

FUERZA DE VOLUNTAD

CUIDEMOS NUESTRO MEDIO AMBIENTE

si queremos que el mundo cambie primero tenemos que cambiar nosotros pensando ,que el medio ambiente es nuestra casa y la naturaleza es lo que nos ayuda a vivir ,gracias a los arboles que nos dan oxigeno, y al agua ya que gracias a ella realizamos muchas cosas que nos ayudan a vivir , sus plantas que nos ayudan a hacer algun remedio
"CUIDEMOS NUESTRO MEDIO AMBIENTE"

La política y la educación ambiental

La política y la educación ambiental
La educación ambiental es un proceso dinámico y participativo, que busca despertar en la población una conciencia que le permita identificarse con la problemática Ambiental tanto a nivel general (mundial), como a nivel especifico (medio donde vive); busca identificar las relaciones de interacción e independencia que se dan entre el entorno (medio ambiental) y el hombre, así como también se preocupa por promover una relación Armónica entre el medio natural y las actividades antropogénicas a través del desarrollo sostenible, todo esto con el fin de garantizar el sostenimiento y calidad de las generaciones actuales y futuras. La educación ambiental, además de generar una conciencia y soluciones pertinentes a los problemas ambientales actuales causados por actividades antropogénica y los efectos de la relación entre el hombre y medio ambiente, este mecanismo pedagógico además infunde la interacción que existe dentro de los ecosistemas. Los procesos y factores físicos, químicos así mismo biológicos, como estos reaccionan, se relacionan e intervienen entre sí dentro del medio ambiente, es otro de los tópicos que difunde la Educación Ambiental (EA), todo esto con el fin de entender nuestro entorno y formar una cultura conservacionista donde el hombre aplique en todus procesos productivos técnicas limpias (dándole solución a los problemas ambientales), permitiendo de esta forma el desarrollo sostenible. A través de lo anterior ya podemos definir dos líneas, sobre las cuales se basa la educación ambiental la primera que hacer referencia a como interactúa entre sí la naturaleza (medio ambiente) donde se definen los ecosistemas, la importancia de la atmósfera (clima, composición e interacción), el agua (la hidrosfera, ciclo del agua), el suelo (litosfera, composición e interacción), el flujo de materia y energía dentro de los diferentes entornos naturales (ciclos biológicos, ciclos bioquímicos), así mismo el comportamiento de las comunidades y poblaciones (mutualismo, comensalismo, entre otros). la segunda línea va dirigida a la interacción que hay entre el ambiente y el hombre, como las actividades antropogenicas influyen en los ecosistemas, como el ser humano ha aprovechado los recursos, así mismo brinda la descripción y consecuencias de la contaminación generados en las diferentes actividades, como se puede prevenir (reciclaje, manejo adecuado de residuos y energia), que soluciones existen (procesos de tratamiento a residuos peligrosos, implementación de políticas Ambientales, entre otras) , promoviendo de una u otra forma el desarrollo sostenible y la conservación del entorno.

CARTA DE LA TIERRA:



La Carta de la Tierra (del inglés The Earth Charter) es una declaración internacional de principios, propuestas y aspiraciones para una sociedad mundial sostenible, solidaria, justa y pacífica en el siglo XXI.
• Promovida en el entorno de las Naciones Unidas y de sus organizaciones, ha sido traducida a más de 30 lenguas desde su lanzamiento en el año 2000. Desde entonces la Carta ha ido ganando difusión y reconocimiento en todos los países.
• La declaración contiene un planteamiento global y conciso de los retos del planeta, así como propuestas de cambios y de objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos. Está redactada en un estilo accesible y en lenguaje positivo.
• Aunque abarca muchas áreas de atención y de detalle, su resumen es muy simple: todos somos uno. La Carta llama a la humanidad a desarrollar una visión universal y de conjunto en una coyuntura crítica de la historia.
• La Carta de la Tierra no pretende ser la única respuesta posible a los problemas actuales de la humanidad, y tampoco ser exhaustiva. No obstante, al tener un contenido consistente, trabajado, fruto de un diálogo internacional muy amplio, goza de aceptación generalizada.
• La Carta no ha nacido con el objetivo de ser un documento internacional más. Tratando de ir más allá de la teoría, se ha ido desarrollando a la vez un movimiento internacional plural, autónomo, que trabaja para poner en práctica sus principios. Esta red civil global es conocida como la Iniciativa de la Carta de la Tierra.
ORGANIZACIONES AMBIENTALES DE LA SOCIEDAD CIVIL:
Ciudadanos Pro-Bosque San Patricio
Comité Pro Desarrollo de Maunabo
Comunidades Unidas Contra la Contaminación
CORA Lations
Desarrollo Costero Comunitario Programa Sea Grant, UPR-RUM
Ecoisla
Ecos LOGOS
Fideicomiso de Conservación
Centro Nacional de Educación Ambiental
Ecologistas en Acción

La preocupación por el tema ambiental ha cobrado importancia en múltiples planos y niveles de la vida social y política de la mayoría de las naciones. Nunca habían existido tantas iniciativas y acciones sociales, políticas, económicas, educativas, tecnológicas y jurídicas en favor del mejoramiento del ambiente. En ello participa una plétora de individuos y organizaciones con variados intereses, formas de organización y posiciones sobre los problemas ambientales y con diferentes resultados de su intervención. En este trabajo se analizan las acciones educativas emprendidas por cinco organizaciones de la sociedad civil en el contexto mexicano, que se han destacado por sus acciones de protección, prevención y mejoramiento del medio ambiente, a través de procesos de educación, capacitación, información y comunicación ambientales dirigidos a distintos grupos de la sociedad: maestros, campesinos, escolares y servidores públicos, entre otros.
Así, se abordan algunos de los aspectos contextuales y conceptuales que han caracterizado a los momentos históricos que propiciaron la emergencia de las organizaciones de la sociedad civil enfocadas a la educación ambiental en México. Se ofrece también un análisis sobre los fundamentos pedagógicos y ambientales de sus programas educativos.
La sociedad civil ante los problemas ambientales
Han pasado ya varias décadas desde que empezaron a escucharse voces de alarma ante el visible deterioro ambiental del planeta. Aunque desde entonces la sociedad en su conjunto, los gobiernos nacionales y los organismos internacionales han tomado medidas y diseñado políticas tendentes a reducir sus repercusiones en la sociedad y la naturaleza, la persistencia de los problemas nos hacen reflexionar sobre la necesidad de modificar las formas en que se han hecho las cosas. Sin desconocer los avances que permiten vislumbrar posibilidades de cambio en el mediano y largo plazos, queda mucho por pensar y hacer.

Las implicaciones éticas de la crisis ecológica global

Las implicaciones éticas de la crisis ecológica global

La situación ecológica del planeta ocupa los primeros renglones del listado de problemas que debe comenzar a franquear la humanidad al amanecer del nuevo milenio. Oleadas de profesionales de áreas técnicas y biológicas han venido aportando elementos para tal fin, pero la premura de soluciones exige políticas ambientales sostenibles no solo para ecosistemas sino también para colectivos humanos. Teniendo en cuenta que lo ambiental se constituye en un problema social, económico y político, el conocimiento científico del mundo sociales, más que nunca, ineludible. No obstante, el quehacer del profesional de las ciencias sociales no ha sido reconocido en cantidad de instancias donde se toman determinaciones sobre asuntos ambientales, en los cuales, después de los recursos naturales, el componente social ocupa, en el mejor de los casos, un segundo o tercer renglón. Los científicos sociales tienen bastante para explorar y contribuir en aspectos relacionados con lo ecológico, por lo cual se exigen profesionales preparados mas allá de las fronteras de su propia rama. Dada la difícil situación ecológica del planeta, y tomando lo social como un componente de lo ambiental, se esbozaran algunos aspectos generales del quehacer de los científicos sociales en la gestión ambiental, como también los desafíos, limitantes y las potenciales áreas de acción al respecto.
Las problemáticas ecológicas a las cuales se enfrenta la humanidad, han hecho que se comiencen a aunar esfuerzos para conservar las áreas naturales que aún quedan, e intentar regular al máximo los efectos de la intervención del hombre sobre el medio, buscando así saldar la "deuda ecológica" que se ha contraído con una biosfera que resulto seriamente maltratada por la noción que, desde la revolución industrial, se ha tenido de desarrollo y progreso.
Desde el siglo pasado, el desmedido e irracional aprovechamiento del espacio y de los recursos naturales condujo a su agotamiento y a la degradación del medio ambiente en general. En este siglo, en la década de los setenta, el desequilibrio ecológico dejó de ser latente y se percato la humanidad de que, contrarío a lo que se creía, la tierra no podía reponerse tan fácilmente de la vertiginosa degradación, ni mucho menos era una despensa infinita de recursos. Hoy día, el agotamiento de los mismos amenaza las mínimas condiciones de vida para el hombre en algunas zonas del globo.
Así pues, la situación ecológica del planeta ocupa los primeros renglones del listado de problemas que debe comenzar a franquear la humanidad al amanecer del nuevo milenio. El clamor ambientalista que mundialmente se difunde hoy, día ha robado la atención de comunidades, gobiernos, ONGs y el sector privado. La cuestión ambiental se constituye en una importante plaza de vinculación de profesionales de todas las áreas del conocimiento. Se estima que para el año 2000 el ámbito de lo ambiental habrá incorporado aproximadamente 450.000 profesionales más de las que laboraban en el ramo tan solo en 1995 1.
En este panorama, el propósito de las siguientes líneas es enumerar algunos aspectos generales del papel que tienen las ciencias sociales en materia ambiental, puesto que estamos en un momento en el cual sociólogos, economistas, antropólogos, entre muchos otros, tienen bastante para explorar y contribuir en aspectos relacionados con lo ecológico dada su intrínseca relación con lo social. Ello es un interesante reto para dichas áreas del conocimiento, puesto que se exigen profesionales integrales que estén preparados mas allá de las fronteras de su propia rama.

reportaje España: sismo dañó 80% de las viviendas

Miles de personas se disponen a pasar otra noche fuera de sus casas en campamentos colocados por los servicios de emergencia en Lorca (sureste de España) tras el sismo que causó nueve muertos y 130 heridos, al tiempo que el gobierno decretó dos días de luto.

El balance de muertos aumentó ayer a nueve, tras el fallecimiento de uno de los tres heridos que se encontraban muy graves, una mujer de 41 años, según confirmó el consejo de Sanidad.

Las nueve víctimas (una de ellas menor), tras la muerte de una herida grave, son cinco hombres y cuatro mujeres, según las autoridades, que estiman que la cifra no aumentará porque no ha habido avisos de desapariciones.

Los servicios médicos también atendieron a 324 heridos, de los que tres están graves, según el gobierno regional.

Por su parte, varios miles de las "entre 10 mil y 15 mil" personas que pasaron el pasado miércoles la noche al raso en parques, plazas y aparcamientos de la ciudad por miedo a nuevas réplicas se disponían a pasar una nueva noche fuera, mientras los técnicos evalúan la habitabilidad de las viviendas.

Un sismo de magnitud 5,1 fue registrado a las 18H47 locales (16H47 GMT) del miércoles, horas después de un primer temblor de magnitud 4,4 que se produjo a las 17H05 locales (15H05 GMT) en el mismo lugar, según el servicio sismológico español, que añadió que desde entonces se han registrado 28 movimientos en la zona.

Cerca del 80% de las viviendas de la localidad sufrieron algún tipo de daño, pero tras la revisión de la mayoría de las casas, "el 90% no tiene daños estructurales", había afirmado el alcalde de la localidad, Francisco Jódar.

Ayer, con el 40% de todas las edificaciones de Lorca analizadas por los técnicos, el 17% se encontraban en código rojo (no se puede entrar) y el 39%, en amarillo (sólo para recoger enseres).

Los principales problemas ambientales en el mundo

Los principales problemas ambientales

PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES EN EL MUNDO
Son aquellos problemas cuyos efectos no se limitan a un país o región, si no que se manifiestan extensa e intensamente por todo el planeta caracterizado por la contaminación y obstrucción en todo el mundo.
Unas de las principales características más observadas a través, del tiempo en los cambios que ha sufrido el medio ambiente son:

• Destrucción de la Capa de Ozono
• Calentamiento de la Tierra
• Lluvia Ácida
• Destrucción de los Bosques y Selvas Tropicales
• Desertificación
• Extinción de Especies Animales
• Disposición Final de los Desechos Tóxicos
• Contaminación de los Océanos
• Contaminación Atmosférica
Principales causas a nivel global

contaminación del agua

contaminación del aire

contaminacion del suelo

el hombre y la naturaleza

El hombre y la naturaleza
Así, pues, no pudiendo la esencia de la nacionalidad encontrarse en una cosa natural, fuerza es resolverse a buscarla en un acto espiritual. Aquí tropezamos, pues, con el segundo grupo de teorías a que hace un instante me he referido. Son todas ellas teorías que, en efecto, reconocen la imposibilidad de definir la nación como cosa natural y la necesidad consiguiente de definirla como acto espiritual. Ahora bien, ¿cuál es ese acto espiritual en que la nación consistiría?
De entre las teorías espiritualistas de la nacionalidad entresacaremos dos, que, por la prestancia de sus autores y por la claridad de su diseño resultan adecuadísimas a los propósitos de nuestro estudio. El filósofo frances Renan se propone buscar una definición de la nación. Bien pronto, empero, se da cuenta de que los elementos naturales, como raza o sangre, territorio, idioma, no bastan a explicar los contenidos trascendentes de la nacionalidad. Entonces, como acabamos de hacer nosotros, desecha las teorías naturalistas y encamina su indagación hacia un acto espiritual. Y llega a la conclusión de que la nación es el acto espiritual colectivo de adhesión que en cada momento verifican todos los partícipes de una determinada nacionalidad. «Una nación -dice- es un plebiscito cotidiano.» Fórmula feliz, sin duda, clara, breve, contundente y que pone la esencia de la nación en el ápice íntimo de todos los corazones que la componen. En efecto, una nación es eso, la adhesión plebiscitaría que todas las almas tributan diariamente a la unidad histórica de la patria. Pero no basta con esto. Hace falta concretar algo más. ¿Sobre qué objeto recae esa adhesión de todos? Para Renan, el objeto a que el plebiscito cotidiano nacional presta su adhesión no puede ser otro que el pretérito, la historia nacional, «un pasado de glorias y de remordimientos». Nación es, pues, según Renan, todo grupo de hombres que, conviviendo juntos desde hace mucho tiempo, prestan diariamente a la unidad, que constituyen, una adhesión constante, referida a la integridad de su pasado colectivo. Según esto, la nación española, por ejemplo, sería el acto espiritual que diariamente prestamos todos los españoles -dignos de tal nombre- a nuestro pasado integral, a toda nuestra historia pretérita, es decir, a los malos como a los buenos lados, a las «glorias» como a los «remordimientos», haciéndonos solidarios de todo lo que nuestros antecesores han hecho, han pensado y han sido, inscribiéndonos en la lista infinita de esos hombres que, desde Viriato hasta hoy, constituyen una a modo de irrompible cadena.
Frente a esta teoría de Renan podemos colocar la tesis del filósofo español José Ortega y Gasset. El ilustre pensador hispano comparte con Renan la convicción de que ni la sangre, ni la raza, ni el territorio, ni el idioma, ni elemento ninguno «natural», pueden considerarse como esencia de la nacionalidad. También, como Renan, cree José Ortega y Gasset que un acto espiritual tiene que ser el que constituya la esencia de la nacionalidad. Ese acto es, por último, para el filósofo español, como para el francés, un acto de adhesión plebiscitaria que los hombres actuales tributan a la unidad de la patria. Pero la diferencia entre los dos pensadores cuyas teorías analizamos es que, para Renan, la adhesión plebiscitaría recae sobre el pasado histórico colectivo, mientras que para José Ortega y Gasset recae sobre el porvenir histórico que va a realizarse. La nación es, pues, según éste: «primero: un proyecto de convivencia total en una empresa común; segundo: la adhesión de los hombres a ese proyecto incitativo.» La idea, pues, de un futuro, que se ofrece como forma deseable y preferible de convivencia total, sería lo que, para José Ortega y Gasset, mejor definiría la esencia de la nacionalidad; pues esa esencia, que en la historia se revela siempre creadora, productora, fecunda en obras y formas nuevas, ha de ir evidentemente orientada hacia el porvenir, si ha de ser, en efecto, como siempre ha sido, propulsora de la vida social. La adhesión al pasado histórico no bastaría a explicar el dinamismo creador de la nacionalidad. Siendo ésta una forma de vida actual, tiene necesariamente que orientarse hacia el futuro, al cual se encara por definición toda vida humana.
He aquí, pues, las dos teorías más notorias del grupo espiritualista, en lo referente a la esencia de la nacionalidad. Si las examinamos en comparación una de otra, hallaremos ante todo que en muchas partes coinciden, y que donde no coinciden no son tampoco incompatibles o contradictorias. Coinciden en toda la parte que pudiéramos llamar negativa: eliminación radical de las concepciones naturalistas y necesidad de buscar la nacionalidad en un acto espiritual. Coinciden también en el carácter de adhesión colectiva que dan a ese acto espiritual. Sólo discrepan en el momento de determinar el objeto sobre el cual haya de recaer la adhesión colectiva. Ese objeto es, para Renan, el pasado; para José Ortega y Gasset es, en cambio, el futuro. Pero esta divergencia no parece, en el fondo, irreductible. La adhesión a una «empresa futura» se compadece perfectamente con la adhesión a un pasado de «glorias y remordimientos». El acto de adhesión podría tener muy bien dos facetas: la una que mirase al pasado y la otra que mirase al futuro. Así, pues, las dos teorías espiritualistas que acabamos de examinar no sólo no se oponen, sino que podrían de un modo relativamente fácil componerse en una sola teoría mas amplia y comprensiva.
Se instaló en la agenda pública la necesidad del uso racional y responsable de los recursos naturales. Los conceptos de “calentamiento global”, “daño al ecosistema” o “crisis energética” forman parte del lenguaje cotidiano. Esta acción obedece al temor de llegar a un punto de no retorno que signifique la extinción de la vida fundamental para el desarrollo.Las consecuencias derivadas del manejo irresponsable en la evacuación de residuos líquidos y sólidos por parte de empresas productivas nos enfrentó a una realidad que creíamos lejana.
Lo ocurrido en el río Mataquito y algunos desastres semejantes, han destacado la necesidad de promover un conjunto de exigencias y sanciones coherentes, no sólo por los daños económicos provocados, sino por las implicancias culturales en un sistema que integra la necesidad de rescatar la diversidad y respetar cada forma de vida. La opinión pública no está indiferente. Es correcto poner el acento en proteger los recursos naturales en tanto su contribución al bien común es una responsabilidad propia del hombre. Muchos economistas sostienen que el asunto pasa por definir los derechos de propiedad. De esta forma, existiría un dueño capaz de exigir el respeto a sus bienes. Podemos entender los argumentos técnicos que validan tal posición, pero es muy fácil desnaturalizar el destino universal de tales bienes y promover su concentración en manos de pocos.
Algunos pretenden que sea el Estado el que prohíba y regule. No obstante, el poder de fiscalización y las presiones le impiden ejercer en plenitud dicha potestad. Estados plenipotenciarios como China o la ex Unión Soviética han dado clases magistrales de un manejo poco ético y negligente del equilibrio ambiental. Si la propiedad privada o su antónimo, el colectivismo estatal, no parecen resolver el buen uso de los bienes de la naturaleza sólo podemos concluir que será el poder de cada uno hacernos responsables en todo nivel hasta llegar a la sociedad en su conjunto.
Lo único que nos resta es entrar más en la naturaleza y entender que ella existe en lo invisible tanto como en lo sensible, en aquello que algunos de modo incoherente destruyen mientras salvan a los cisnes; donde la trascendencia se manifiesta plena en aparente dicotomía con nuestras limitaciones materiales. Así, nuestra responsabilidad será completa cuando la vida, desde su concepción hasta su muerte, sea un modelo del respeto.
Problema actual entre el hombre y la naturaleza
Hace poco más de un mes, a principios de Junio, la ONU hizo un llamamiento mundial para que las naciones y organismos intergubernamentales de todo el planeta se comprometan a incluir en sus planes, proyectos y medidas de protección medioambiental. Por primera vez, este organismo reconoce la gravedad y dimensiones de un problema que, a corto plazo y de no tomarse medidas, califica de irreversible.
Ante la creciente situación de degradación cuyos signos se evidencian con mayor fuerza cada día, existen variadas respuestas que van desde la militancia política más radical hasta el escepticismo. Unos esgrimen un discurso catastrofista y apocalíptico que trata de culpar del problema a la sociedad industrial o al Capitalismo. Otros dicen que no está claro que antes no existieran esas situaciones, que ahora surgen porque hay intereses en ello; lo cierto es que, en los últimos veinte años, la discusión sobre el medio ambiente ocupa y preocupa al hombre de la calle y a los especialistas.

El medio ambiente